Todo lo que ocurre en el interior de los corazones se refleja sobre la Tierra. " (17/07/2006) La Virgen Maria
Mis niños,
Los deseos de venganza, el odio propagado sobre la Tierra, agrietan los corazones, compartiéndolos en varios territorios que no cesan de combatirse unos contra otros.
Las fisuras de los corazones repercuten sobre la Tierra y a veces hasta provocan la separación de los continentes, produciendo profundos precipicios en los que pueden ahogarse para siempre mis niños.
Cuando los corazones buscan la paz, no sólo reflejan la unidad, sino mucho más, puesto que llegan a estar en comunión de amor con el Corazón de Jesús y pueden evitar grandes conmociones sobre la Tierra.
Cada persona es libre de escoger la violencia o la paz.
Cada persona es libre de escoger a Dios o al que destruye.
La elección es de la máxima importancia, puesto que todo lo que ocurre en el interior de los corazones se refleja sobre la Tierra.
Cada palabra, ofrecida por la Salvación de las almas no solo llega a reconstruir a las personas, sino que evita también grandes sucesos dolorosos que a veces parecen no tener explicación y que sin embargo son la repercusión de toda la violencia expresada inconscientemente por las personas de forma gratuita.
Todo esto es vivido dolorosamente en mi Corazón de Madre.
Consolándome, me permitis ofrecer el consuelo a la humanidad.
Amén
Mis niños, os bendigo, permaneced acurrucados en mi Seno materno.
Vosotros sois mensajeros de esperanza y de alegría. Yo María, vuestra Madre, os ayudaré a ofrecer siempre las palabras, a veces inesperadas, para aquellos que tienen tanta necesidad de ser socorridos.
Amén.
Gracias María
© www.coeurs-unis.org
Los deseos de venganza, el odio propagado sobre la Tierra, agrietan los corazones, compartiéndolos en varios territorios que no cesan de combatirse unos contra otros.
Las fisuras de los corazones repercuten sobre la Tierra y a veces hasta provocan la separación de los continentes, produciendo profundos precipicios en los que pueden ahogarse para siempre mis niños.
Cuando los corazones buscan la paz, no sólo reflejan la unidad, sino mucho más, puesto que llegan a estar en comunión de amor con el Corazón de Jesús y pueden evitar grandes conmociones sobre la Tierra.
Cada persona es libre de escoger la violencia o la paz.
Cada persona es libre de escoger a Dios o al que destruye.
La elección es de la máxima importancia, puesto que todo lo que ocurre en el interior de los corazones se refleja sobre la Tierra.
Cada palabra, ofrecida por la Salvación de las almas no solo llega a reconstruir a las personas, sino que evita también grandes sucesos dolorosos que a veces parecen no tener explicación y que sin embargo son la repercusión de toda la violencia expresada inconscientemente por las personas de forma gratuita.
Todo esto es vivido dolorosamente en mi Corazón de Madre.
Consolándome, me permitis ofrecer el consuelo a la humanidad.
Amén
Mis niños, os bendigo, permaneced acurrucados en mi Seno materno.
Vosotros sois mensajeros de esperanza y de alegría. Yo María, vuestra Madre, os ayudaré a ofrecer siempre las palabras, a veces inesperadas, para aquellos que tienen tanta necesidad de ser socorridos.
Amén.
Gracias María
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