"Basta con que Dios Padre decida ofreceros una sóla Palabra" (14/06/2005) La Virgen María
Mis niños,
Basta con que Dios Padre decida ofreceros una sóla Palabra, y esta palabra vendrá a sembrar las semillas en cada corazón elegido.
Aunque parezca que los corazones rechazan esta palabra, ésta resonará extendiendose hasta los confínes de la Tierra, aunque ésta fuese recibida nada más que por un sóla alma.
Cuando Dios Padre me envía sobre esta Tierra para hablarles, las palabras dadas resuenan y se extienden a través de los corazones, de día en día, de año en año, de siglo en siglo, siendo recibidas, incluso al cabo de varios siglos, como si acabaran de ser pronunciadas en este mismo instante.
Estén atentos a cada Palabra dada por el Padre, pues todo lo que viene del Cielo, Dios Padre lo permite, sea a través de la boca de los Santos, de los Arcángeles, a través de lo que les dicen sus ángeles de la guarda, y tambien a través de lo que Jesús les enseña y de lo que yo misma vengo a enseñarles.
Todo viene de vuestro Padre y todo es permitido por Él a fin de promover vuestra propia santificación, a fin de ayudaros siempre a encontrarle mejor, pero tambien a encontraros a vosotros mismos, ya que en el fondo de cada uno de vosotros hay tantas maravillas, tantas semillas plantadas por vuestro Creador.
Cuando las palabras son recibidas, permiten a los corazones abrirse aún más y más y comprender mejor, descubriendo poco a poco aquello que Dios espera de cada uno.
Vosotros, también vosotros sois portadores de la Palabra y responsables del Verbo, porque el Verbo vive en cada uno de vosotros. Aprended a dominarla por el poder del Espíritu Santo a fin que sólo Jesús pueda expresarse a través vuestro, a fin de que cada una de vuestras palabras sea constructiva y sea ayuda para la Salvación de las almas y para vuestra propia santificación.
Porque lo que procede de lo más profundo de vosotros mismos viene de El que vive en vuestros corazones, y cuando pronunciais palabras de amor, ellas vienen a construiros a vosotros mismos por la gracia de Dios.
Por eso, alimentaros de todo lo que vuestro Padre os ha ofrecido y aún os ofrece hoy.
Amén
Mis niños, les bendigo, vengo a vuestro encuentro tanto como Reina de los Cielos, como también como Mamá atenta a cada uno de vuestros ruegos.
A menudo os escucho incluso aunque vosotros ni me escucheis, os ofrezco tanto amor, antes de que ni siquiera penseis en ofrecermelo. Pero eso colma mi Corazón de madre porque cuando habeis recibido todo el Amor de mi Corazón Inmaculado, entonces todos podeis abriros más al de Jesús, al de Dios Padre, al de todos aquellos que os rodean.
Amén
Gracias Maria
© www.coeurs-unis.org
Basta con que Dios Padre decida ofreceros una sóla Palabra, y esta palabra vendrá a sembrar las semillas en cada corazón elegido.
Aunque parezca que los corazones rechazan esta palabra, ésta resonará extendiendose hasta los confínes de la Tierra, aunque ésta fuese recibida nada más que por un sóla alma.
Cuando Dios Padre me envía sobre esta Tierra para hablarles, las palabras dadas resuenan y se extienden a través de los corazones, de día en día, de año en año, de siglo en siglo, siendo recibidas, incluso al cabo de varios siglos, como si acabaran de ser pronunciadas en este mismo instante.
Estén atentos a cada Palabra dada por el Padre, pues todo lo que viene del Cielo, Dios Padre lo permite, sea a través de la boca de los Santos, de los Arcángeles, a través de lo que les dicen sus ángeles de la guarda, y tambien a través de lo que Jesús les enseña y de lo que yo misma vengo a enseñarles.
Todo viene de vuestro Padre y todo es permitido por Él a fin de promover vuestra propia santificación, a fin de ayudaros siempre a encontrarle mejor, pero tambien a encontraros a vosotros mismos, ya que en el fondo de cada uno de vosotros hay tantas maravillas, tantas semillas plantadas por vuestro Creador.
Cuando las palabras son recibidas, permiten a los corazones abrirse aún más y más y comprender mejor, descubriendo poco a poco aquello que Dios espera de cada uno.
Vosotros, también vosotros sois portadores de la Palabra y responsables del Verbo, porque el Verbo vive en cada uno de vosotros. Aprended a dominarla por el poder del Espíritu Santo a fin que sólo Jesús pueda expresarse a través vuestro, a fin de que cada una de vuestras palabras sea constructiva y sea ayuda para la Salvación de las almas y para vuestra propia santificación.
Porque lo que procede de lo más profundo de vosotros mismos viene de El que vive en vuestros corazones, y cuando pronunciais palabras de amor, ellas vienen a construiros a vosotros mismos por la gracia de Dios.
Por eso, alimentaros de todo lo que vuestro Padre os ha ofrecido y aún os ofrece hoy.
Amén
Mis niños, les bendigo, vengo a vuestro encuentro tanto como Reina de los Cielos, como también como Mamá atenta a cada uno de vuestros ruegos.
A menudo os escucho incluso aunque vosotros ni me escucheis, os ofrezco tanto amor, antes de que ni siquiera penseis en ofrecermelo. Pero eso colma mi Corazón de madre porque cuando habeis recibido todo el Amor de mi Corazón Inmaculado, entonces todos podeis abriros más al de Jesús, al de Dios Padre, al de todos aquellos que os rodean.
Amén
Gracias Maria
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