"Permanecer en la luz, ya que Jesús tiene necesidad del testimonio de cada uno." (10/11/2005) La Virgen María
Mis niños,
Existe en cada persona la posibilidad de acoger y de identificarse completamente con aquello que se recibe.
Llegáis a ser así espejos vivos de aquello que acogéis en vosotros, llegando así a ser muy vulnerables si vuestra elección no es por Dios.
Estáis creados para recibir y para dar.
En vosotros, permanece una sed constante de recibir, es así como todo vuestro ser puede sobrevivir, recibiendo lo que necesita.
Se trata de aquello que viene a alimentaros pero también del amor que os permite sobrevivir, crecer, progresar, recibir en plenitud todas las gracias que proceden de vuestro Padre.
Una persona que no conoce a Dios buscará recibir y alimentarse de sí mismo, pero será frágil, puesto que lo que haya recibido, le llevará de vuelta a aquello que reside en su corazón.
Cuando miráis a vuestros hermanos, mirarles así, como yo Maria, les veo, como personas sedientas y que frecuentemente se equivocan en la forma de alimentarse.
Una persona que recibe y acoge el veneno se convierte él mismo en veneno.
Una persona que recibe y acoge la cólera se convierte en testigo de la cólera
Una persona que recibe y acoge el rencor se convierte en rencor vivo y propaga la muerte.
Una persona que recibe y acoge el amor se convierte en fuente de amor.
Una persona que recibe y acoge la paz se convierte en remanso de paz.
Una persona que recibe y acoge la alegría de Dios, propaga la alegría.
Continúen siendo prudentes, sobre todo en aquello que pueda seducirles, a fin de que no absorban lo que sea malo para ustedes, a fin de que permanezcan en la luz, puesto que Jesús necesita del testimonio de cada uno de ustedes, queriendo reconocerse en sus corazones, en el reflejo de sus almas.
Amén
Mis niños, les bendigo, vengo a través de mi Corazón Inmaculado y del Corazón de Jesús a darles todo aquello que necesitan. Allí hay, alegría, paz y esperanza, allí está también el remedio de todos sus males.
Amén
Gracias Maria
© www.coeurs-unis.org
Existe en cada persona la posibilidad de acoger y de identificarse completamente con aquello que se recibe.
Llegáis a ser así espejos vivos de aquello que acogéis en vosotros, llegando así a ser muy vulnerables si vuestra elección no es por Dios.
Estáis creados para recibir y para dar.
En vosotros, permanece una sed constante de recibir, es así como todo vuestro ser puede sobrevivir, recibiendo lo que necesita.
Se trata de aquello que viene a alimentaros pero también del amor que os permite sobrevivir, crecer, progresar, recibir en plenitud todas las gracias que proceden de vuestro Padre.
Una persona que no conoce a Dios buscará recibir y alimentarse de sí mismo, pero será frágil, puesto que lo que haya recibido, le llevará de vuelta a aquello que reside en su corazón.
Cuando miráis a vuestros hermanos, mirarles así, como yo Maria, les veo, como personas sedientas y que frecuentemente se equivocan en la forma de alimentarse.
Una persona que recibe y acoge el veneno se convierte él mismo en veneno.
Una persona que recibe y acoge la cólera se convierte en testigo de la cólera
Una persona que recibe y acoge el rencor se convierte en rencor vivo y propaga la muerte.
Una persona que recibe y acoge el amor se convierte en fuente de amor.
Una persona que recibe y acoge la paz se convierte en remanso de paz.
Una persona que recibe y acoge la alegría de Dios, propaga la alegría.
Continúen siendo prudentes, sobre todo en aquello que pueda seducirles, a fin de que no absorban lo que sea malo para ustedes, a fin de que permanezcan en la luz, puesto que Jesús necesita del testimonio de cada uno de ustedes, queriendo reconocerse en sus corazones, en el reflejo de sus almas.
Amén
Mis niños, les bendigo, vengo a través de mi Corazón Inmaculado y del Corazón de Jesús a darles todo aquello que necesitan. Allí hay, alegría, paz y esperanza, allí está también el remedio de todos sus males.
Amén
Gracias Maria
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